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Macbor Rockster: custom a pequeña gran escala

06-09-2023
Macbor Rockster: custom a pequeña gran escala

La última novedad de Macbor es un homenaje al género custom más purista, con detalles que encantarán tanto a los amantes del estilo “old school” como a quienes gustan de un custom más minimalista.

Cuando Macbor se planteó la renovación de su Rockster -uno de los modelos más icónicos de la marca y presente ininterrumpidamente en catálogo desde 2017- la premisa para el equipo de diseño estuvo muy clara desde el principio: en cualquiera de sus versiones debía ser una moto 100% custom de la que pudieran sentirse orgullosos los apasionados del género más allá de su cilindrada.

Un equipo de diseño, por cierto, que es 100% local pues las nuevas Rockster son las primeras Macbor desarrolladas al 100% en Barcelona, así como los 23 nuevos moldes diseñados, homologados y patentados por la factoría de ideas de Macbor para la nueva Rockster.

La llegada a las tiendas de los dos nuevos modelos ha servido para comprobar que, efectivamente, están cargados de detalles del género que los convierten en ejemplos de custom a pequeña gran escala.

EL ORIGEN DEL GÉNERO

Prácticamente todo en el custom tiene un nombre y un porqué.

El origen del término nació a principios de los 50 y hace referencia, en general, a la personalización que cada cliente -cada “custom”- hacía de su moto. Como en la mayoría de los casos se trataba en origen de pesadas máquinas de origen militar -muchas de ellas supervivientes de la guerra mundial- el primer paso era siempre aligerarlas y cortar todo aquello que no fuera indispensable para rodar.  Cortar en inglés es “chop” así que... ¡acababa de nacer el “chopper”!

El estilo pronto se puso de moda y como ocurre en todas las modas estableció unos cánones. Unos cánones “old school” que son los fundamentos del género y que encontramos presentes en ambas Rockster 125.

El pequeño y estrecho depósito en forma de lágrima nació como alternativa al enorme tanque de combustible original. Lo mismo ocurre con el asiento, de dos niveles y culminado con un alto respaldo “Sissy Bar” en el que los ocupantes fijaban sus mochilas y sus equipajes.

Por supuesto el manillar “cuerno de vaca” -más ergonómico a la hora de hacer muchos kilómetros-las plataformas en vez de estriberas, más adecuadas si se calzan botas y el imprescindible escape “banana” completan el cuadro de una custom 125 enfocada claramente a la ruta. Incluso el precioso faro trasero de tipo “Eye Cat” -también de diseño Macbor- es un guiño, un recuerdo a esos tiempos en los que a quienes rodaban en este tipo de motos les convenía no llamar demasiado la atención por la noche...

UNA FLAT "BRAT"

El diseño de la Macbor Rockster Flat 125 tiene el mismo origen “old school” pero se apunta a otra reciente corriente del género, el “Custom Brat”, que está causando sensación entre los amantes de las estéticas más retro y que deriva del más clásico “Bobber”, aunque éste se caracteriza como rasgo principal por el mismo tamaño de ambas ruedas.

El Flat es un custom minimalista que prescinde de todo artificio para que resalten de este modo las formas básicas de la moto.

Incluso la pintura adopta tonos más sobrios que obligan a centrar la mirada en el depósito y huir de unos cromados que, en cambio, le sientan mejor a su hermana.

Estamos ante un conjunto más neo-retro, con un asiento algo más ancho para el conductor, un manillar más plano y estriberas convencionales, en un conjunto pensado esencialmente para el uso y disfrute urbano y remarcar la personalidad más individualista de quien la conduce.

Eso sí, tanto si gusta más el “chopper” como el “Brat” hay cosas que no se negocian en el custom y tanto una como otra son las únicas motos de su segmento en ofrecer llantas de radios.

¡Más “old school” imposible!


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